Configurada como una de las mas recientes sorpresas del
panorama literario español, esta novela corta nos retrata a un joven matrimonio
Clara y Jorge, que se mudan a una urbanización para huir de su pasado mas
reciente, marcado por una tragedia que tratan de olvidar.
Andrés Pérez Domínguez, consigue una pieza casi gótica en
la que el suspense va atenazando al lector a medida que avanza de forma rápida
a través de sus escasas 163 páginas. El clima angustioso que preside buena
parte de la vida de la pareja se manifiesta en un acertado uso de la primera
persona, con un narrador que va trasmitiendo sus dudas, sospechas , temores y
casi pesadillas de forma progresiva, metiéndonos poco a poco
en una intriga que , a medida que avanza, se hace mas clara, pero no por ello
no menos inquietante. Como tantas novelas del género parte de una situación ordinaria
(el traslado de domicilio de un matrimonio) para mostrar que la cotidianeidad
esconde tras de sí, recovecos mucho mas oscuros que lo que muestran las
apariencias.
Con un estilo claro, preciso, sin arabescos innecesarios y no
perdiendo de vista nunca la voluntad de entretener, “Los perros siempre ladran
al anochecer”, es una lectura altamente
recomendable y que casi deja ganas de más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario