martes, 26 de septiembre de 2017

OLEANNA


Obra del siempre directo David Mamet que provocó una notable controversia en el momento de su estreno: no en vano mucha gente vio reflejada en su trama la historia de un aspirante a ser miembro del Tribunal Supremo de Estados Unidos que fue denunciado por acoso sexual.
Oleanna nos cuenta la historia de un profesor universitario su pupila. Una rutinaria reclamación sobre las calificaciones de la asignatura que imparte el maestro es el punto de partida para un duelo entre los dos que se va enredando poco a poco. Lo que se inicia como un tratamiento condescendiente hacia una alumna poco dotada, termina por derivar en una lucha sin cuartel cuyo mayor mérito se encuentra en su calculada ambigüedad.
 
Mamet consigue algo muy difícil: que el espectador sea partícipe activo del debate que se nos plantea. En apariencia es evidente que el personaje que interpreta en esta nueva versión Guillen Cuervo, es víctima de lo “políticamente correcto”, de una sociedad que ha confundido la defensa de los desprotegidos históricos con el amparo de un  victimismo interesado. Pero al mismo tiempo la propia actitud del profesor no deja de esconder un aire de superioridad algo ofensiva . ¿O no es así?; tal vez solo sea el caso de una alumna mediocre que utiliza las peores armas para revertir su acusado complejo de inferioridad  y que no encuentra mejor armamento que la hipocresía y el cinismo social que cuelga a aquellos varones que de forma consciente o inconsciente actúan o hablan, como se ha hecho toda la vida, pero sin darse cuenta que los nuevos tiempos están regidos por nuevas reglas
John el maestro es por otra parte un producto del sistema que en apariencia critica, pero no duda en utilizar en su beneficio. Proclama a los cuatro vientos su desdén por la enseñanza universitaria, pero al mismo tiempo está a las puertas de un ascenso en la institución que en teoría repudia. Carol, por su parte, quiere aprender para salir de su clase social, pero no duda en usar métodos cercanos al chantaje para lograr sus objetivos, por encima de su dudosa valía académica. Ambos quizá quieren encontrarse y comprenderse, pero no solo no lo logran, sino que su batalla derivará en un duelo de funestas consecuencias para ambos.
Dura y cortante, como todo Mamet, cusa sensación en cada uno de sus habituales y exitosos reestrenos.

 

martes, 19 de septiembre de 2017

PASIONES DE CINE

Hubo un tiempo en el que las estrellas del cine alcanzaron tal grado de mitomanía que sus vidas privadas, eran casi tan trascendentes para el público como su trabajo en la pantalla. De esta forma, si esos astros se emparejaban en la vida real, el asunto podía llegar a tener tanta repercusión como el mejor trabajo que pudieran realizar a lo largo de sus carreras.
Este interesante libro de Juan Tejero, uno de los autores españoles con más libros de cine publicados, relata muchas de esas historias que forjaron la leyenda de unos rostros que cautivaron al público de varias generaciones. Quizá a fecha de hoy en día sea difícil entender la importancia de esas figuras cinematográficas: en muchos sitios la televisión no había llegado, las figuras del deporte no tenían esa trascendencia social, no había vídeo-juegos ni redes sociales, los viajes estaban reducidos a una élite acomodada……..El cine era la única vía de escape para millones de espectadores que encontraban en la gran pantalla un mundo de evasión que la realidad cotidiana les negaba. De ahí la importancia que adquirieron los grandes intérpretes de entonces.


A través de romances legendarios como los de Ava Gardner y Frank Sinatra, Richard Burton y Elizabeth Taylor, Orson Welles y Rita Hayword o Humprey Bogart y Lauren Bacall, Tejero nos desvela un torrente de datos, anécdotas, chismorreos y hechos comprobados que se leen sin descanso, ya que resulta difícil sustraerse al encanto de una narración destinada a los amantes de séptimo arte. Puede decirse que tras cada uno de los retratos, uno siente ansias de devorar todas y cada una de las historias contadas en el mismo, además con un estilo ágil y que no ahorra referencias cinéfilas. A fin de cuentas, su autor conoce perfectamente los gustos de los lectores de libros de cine y es consciente que el retrato de aquellos romances debe de tener el suficiente aire mitómano que no les haga perder para nada su aire idealizado. Como ocurre con casi todos los libros de la editorial T& B, una lujosa edición llena de fotografías destaca bles que reflejan el esplendor físico de las estrellas supone un aliciente más a este buen libro, que hará las delicias de los aficionados.