lunes, 13 de noviembre de 2017

ESPAÑA INVERTEBRADA


Ensayo clásico de la historia filosófica española en la que el gran pensador español de comienzos de siglo José Ortega y Gasset, trata de analizar el fenómeno del particularismo catalán y vasco, ya entonces en el candelero, y conectarlo con la realidad histórica y política española.
Ortega analiza el fenómeno del nacionalismo en plena conexión con lo que a su manera de ver es la raíz principal del problema: la ausencia de un proyecto común para España. Para Ortega lo que se conoce como España, fue una creación de Castilla que, al unir sus destinos dinásticos con Aragón e intentar unificar la política exterior de ambas coronas dieron sentido a una nueva nación. A ello hubo que unirle el descubrimiento de América, la gran empresa de la monarquía hispánica. Cuando América se pierde definitivamente a finales del siglo XIX, la nación se queda sin proyecto. De ahí surge el particularismo y la voluntad de acción directa de sectores sociales como los militares, empresarios y obreros que se creen en posesión de la verdad y no dudan en lanzarse a la arena para defenderla, por encima de unas instituciones desprestigiadas.
 
Ortega defiende el hecho que la nación no es algo estático sino vivo, y como todo ente vivo necesita alimentarse de unos objetivos definidos. En la segunda parte de su ensayo el insigne escritor localiza el problema para crear un proyecto común: la ausencia de las élites, la incapacidad española para localizar y respetar la obra de los mejores, de aquellos que deben marcar el terreno. Ese desprecio por la minoría selecta tiene para el filósofo un origen histórico muy concreto que es la ausencia de arraigo del feudalismo en España, algo que se derivó de la invasión de los visigodos un pueblo germánico viciado por Roma y que no supo crear, al contrario que otros territorios europeos como Francia y Alemania, una élites fuertes y dominadoras (los señores feudales)  que con el tiempo liderarían la construcción de los Estados modernos. Incluso la conquista de América fue promovida por el pueblo, no por las élites. En esa ausencia de liderazgo nacen todos los males que derivan (o degeneran, según se vea), en la búsqueda de independencia de los territorios que más se modernizaron en el siglo XIX.

Un obra esencial para entender la convulsa situación actual escrita en un lenguaje culto y al mismo tiempo accesible. Reflexiones agudas y muy argumentadas para obra que debería ser lectura obligatoria para todo aquel que quiera acercarse a las raíces de la problemática territorial española.