Ensayo clásico de la historia filosófica
española en la que el gran pensador español de comienzos de siglo José Ortega y
Gasset, trata de analizar el fenómeno del particularismo catalán y vasco, ya
entonces en el candelero, y conectarlo con la realidad histórica y política española.
Ortega analiza el fenómeno del
nacionalismo en plena conexión con lo que a su manera de ver es la raíz
principal del problema: la ausencia de un proyecto común para España. Para
Ortega lo que se conoce como España, fue una creación de Castilla que, al unir
sus destinos dinásticos con Aragón e intentar unificar la política exterior de
ambas coronas dieron sentido a una nueva nación. A ello hubo que unirle el
descubrimiento de América, la gran empresa de la monarquía hispánica. Cuando
América se pierde definitivamente a finales del siglo XIX, la nación se queda
sin proyecto. De ahí surge el particularismo y la voluntad de acción directa de
sectores sociales como los militares, empresarios y obreros que se creen en
posesión de la verdad y no dudan en lanzarse a la arena para defenderla, por
encima de unas instituciones desprestigiadas.
Ortega defiende el hecho que la nación
no es algo estático sino vivo, y como todo ente vivo necesita alimentarse de
unos objetivos definidos. En la segunda parte de su ensayo el insigne escritor
localiza el problema para crear un proyecto común: la ausencia de las élites,
la incapacidad española para localizar y respetar la obra de los mejores, de
aquellos que deben marcar el terreno. Ese desprecio por la minoría selecta
tiene para el filósofo un origen histórico muy concreto que es la ausencia de arraigo del feudalismo
en España, algo que se derivó de la invasión de los visigodos un pueblo
germánico viciado por Roma y que no supo crear, al contrario que otros
territorios europeos como Francia y Alemania, una élites fuertes y dominadoras (los señores feudales) que con el tiempo liderarían la construcción de los Estados modernos.
Incluso la conquista de América fue promovida por el pueblo, no por las élites.
En esa ausencia de liderazgo nacen todos los males que derivan (o degeneran,
según se vea), en la búsqueda de independencia de los territorios que más se
modernizaron en el siglo XIX.
Un obra esencial para entender la
convulsa situación actual escrita en un lenguaje culto y al mismo tiempo
accesible. Reflexiones agudas y muy argumentadas para obra que debería ser
lectura obligatoria para todo aquel que quiera acercarse a las raíces de la
problemática territorial española.
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