lunes, 15 de abril de 2019

UNA HISTORIA DE ESPAÑA

Arturo Pérez Reverte es novelista destacado y con legiones de seguidores, y un articulista y twitero polémico, y que parece en permanente estado de enfado, cuando no de cabreo con todo aquello que le rodea.
Una de las cosas que más enfada a Reverte es la propia España y concretamente su historia. A lo largo de varios meses, el autor de Alatriste estuvo publicando artículos en el suplemento dominical del ABC en los que daba su peculiar punto de vista acerca de evolución histórica del país, cuya unidad está en los últimos tiempos tan cuestionada. A Reverte, sin duda, le duele España y que mejor manera de demostrarlo que poniéndolo sobre el papel.


A lo largo de su compilación de artículos esta nueva y peculiar Historia de España, nos desgrana la trágica y épica trayectoria de una nación que empezó a forjarse con la llegada de diversas tribus y que sentó las bases de su recorrido mediante su profunda romanización, algo que la marcaría toda su vida. En las páginas escritas por el autor más exitoso de la literatura española contemporánea pasan un sinfín de acontecimientos, gracias a una brillante capacidad de síntesis y una notoria habilidad para extraer de la infinidad de acontecimientos que han jalonado la existencia hispana aquellos que han resultado más decisivos para configurar la idiosincrasia de nuestra nación. No se ahorra juicios personales y un elevado subjetivismo, pero éste no es un libro de historia al uso, es una visión peculiar de la trayectoria de un país bajo el prisma de quien la conoce en profundidad y la ha  usado  en bastantes ocasiones para generar ficciones que han hecho furor entre el público. En él abunda el pesimismo, la reiteración sobre la capacidad de autodestrucción de los españoles, la titánica lucha entre lo que realmente necesitaba la nación y lo que escogía, su eterna crisis de identidad o el carácter cainita que ha jalonado en no pocas ocasiones la convivencia entre sus habitantes, también la épica de las batallas y la fiereza de los conquistadores, las intrigas palaciegas y los vaivenes políticos de los últimos siglos. Hay de todo menos complacencia.

Precisamente en ese particularismo reside el encanto y la fuerza del libro. Es claro que entusiasmará a los seguidores del autor e irritará a los que no lo sean. A fin de cuentas el propio Reverte, tanto como escritor como persona ( o mas bien personaje público) no admite medias tintas. O se le adora, o  se le detesta.