Obra escrita por el madrileño Juan García
Hortelano a comienzos de los años 60 y
que se insertaría como uno de lo títulos claves de la llamada “novela realista
social”, mediante la cual los escritores de la época trataban de mostrar la
realidad española con un inequívoco aire crítico.
Unos años antes Rafael Sánchez Ferlosio daba a
la imprenta “El Jarama”, obra que causo sensación por su llamado “objetivismo”,
en la que el narrador mostraba un acontecimiento mediante la pura y simple exposición
de los hechos y a través d e un diálogo salpicado por un realismo descarnado.
Esta influencia pude percibirse en la novela de García Hortelano, que gira en
torno a la aparición de un cadáver en una urbanización donde gente acomodada
veranea y se ve trastocada por este acontecimiento.
Pero no nos encontramos ante una novela
policiaca de cierto aire crítico. García Hortelano utiliza ese hecho como punto
de partida de una trama que gira en torno a la figura de Javier, un acomodado
hombre de negocios, ex combatiente del bando vencedor en la guerra civil, cuya
aparente éxito social y económico esconde un vacío interior que se acrecienta
con el paso de los años. García Hortelano apuesta por una narración fluida,
fundamentada en el poder de los diálogos, pulcros, elaborados y muy ajustados a
los personajes que pretende describir y muestra sin tapujos que la aparente
prosperidad material de aquellos que vencieron la contienda, es una mera fachada de una realidad existencial mucho más compleja: un mundo de adulterios
aceptados y asumidos por la respetabilidad social, el alcoholismo como vía de
escape, la falta de referentes éticos a la hora de hacer negocios, la
desatención de los desamparados y toda la especa capa de hipocresías social que
empezaba a teñirse en la España desarrollista de los años 60, en la que el
turismo se empezaba a configurar como vía de escape a la miseria material y el
atraso.
En realidad esta novela seguía una línea temática que había conseguido sortear los peligros de la censura, y que no sólo alcanzaba a la novela (en ese mismo tiempo surgía la legendaria “Tiempo de silencio” de Luis Martín Santos”), sino que podía palparse en el propio cine como lo demuestran títulos tan emblemáticos como “Muerte de un ciclista” (1955) de Juan Antonio Bardem, o años mas tarde “La caza” (1965) de Carlos Saura. Obras, del ámbito que fuesen, que trataban de remover la conciencia de una país adormecido desde el punto de vista intelectual, y que trataban de lanzar dardos a la complacencia de las clases acomodadas que, además , consideraban que su éxito económico justificaban todas su acciones. Es por lo tanto, una novela imprescindible para situarse en la cultura española de esos años
En realidad esta novela seguía una línea temática que había conseguido sortear los peligros de la censura, y que no sólo alcanzaba a la novela (en ese mismo tiempo surgía la legendaria “Tiempo de silencio” de Luis Martín Santos”), sino que podía palparse en el propio cine como lo demuestran títulos tan emblemáticos como “Muerte de un ciclista” (1955) de Juan Antonio Bardem, o años mas tarde “La caza” (1965) de Carlos Saura. Obras, del ámbito que fuesen, que trataban de remover la conciencia de una país adormecido desde el punto de vista intelectual, y que trataban de lanzar dardos a la complacencia de las clases acomodadas que, además , consideraban que su éxito económico justificaban todas su acciones. Es por lo tanto, una novela imprescindible para situarse en la cultura española de esos años