En 1977 Ken Follett era un joven escritor con una serie de novelas que habían pasado sin excesivo ruido por las librerías, y que aspiraba a situarse como un autor de éxito. Empezó a barruntar una historia situada en la Inglaterra medieval, pero pronto la dejó de lado por una historia más convencional de un espía alemán que durante la II Guerra Mundial descubría que el ejército aliado se disponía a invadir Europa por las playas de Normandía.
No parecía un argumento muy prometedor y, desde luego, no era muy original, sobre todo teniendo en cuenta las decenas y decenas de libros y películas existentes del gran conflicto bélico ya en ese lejano año. Sin embargo, a instancias de los consejos de su editor, el ambicioso autor fue forjando un "triller" de gran intensidad, con un suspense muy destacado pese al previsible final de la historia. "La Isla de las tormentas" tenía un protagonista extraordinario, Henry Faber, una especie de super-hombre nitzeniano, de extraordinaria destreza y crueldad que mostraba su inquietante presencia desde las primeras páginas del libro. Sus crímenes se suceden a lo largo de los capítulos creando un desasosiego en el lector, azuzado por la implacable persecución a que es sometido por la contrainteligencia británica.
Follett crea en esta novela el esquema clásico de sus narraciones durante no pocos años: un protagonista claro pero con unos personajes secundarios de notable presencia en la trama, la existencia de una heroína femenina de gran personalidad e iniciativa y que lucha contra todas las adversidades posibles, el sexo explícito como aliciente para el lector ( en esta novela se aprecia una clara referencia a "El Amante de Lady Chatterley" de D.H Lawrence, mediante la figura de una mujer insatisfecha sexualmente por la impotencia de su marido inválido y que salda su frustración con un extraño) y una gran capacidad para crear un climax de tensión, que hace querer devorar la historia hasta el desenlace final. Es además un retrato muy destacado de la Inglaterra de esos años marcados por la escasez y el heroísmo que provocaba la guerra.
Su merecido éxito, con el prestigioso Premio Edgar Allan Poe incluido, le reafirmo como una incipiente figura de best-seller internacional con títulos muy parecidos, aunque menos redondos, como "La Clave está en Rebeca"; "Triple", "El hombre de San Petesburgo", o "El Valle de los leones". La novela se adaptó al cine en 1981, con Donald Suhertland en el papel de espía alemán, con el título "Eye of ten Needle" (El ojo de la aguja), una notable realización cuyo éxito provocó que las ediciones en lengua inglesa de la obra adoptaran el nombre de la película.
A título de curiosidad hay que resaltar que esa idea originaria de Follett sobre una historia medieval fue retomada en 1989....dando lugar a "Los Pilares de la Tierra"
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